- "Parece que el obispo les pegó en los cachos..."
(Diálogo de caricatura de Saval en Las Últimas Noticias, Martes 7 de julio, 1992)
Una nueva visita de Maiden... y el mismo tema de siempre... La controversia alrededor del frustrado concierto de julio del “92... ¿Pero cuánto se sabe hoy en día de lo sucedido ese año? Los protagonistas, las posibles razones, los relatos y las discusiones de la época. La revisión de un capítulo cuyas páginas nunca se han dado vuelta del todo.
EL AMBIENTE PREVIO: “UNA ONDA SATÁNICA RECORRE EL PAÍS”
La infamia se ha instaurado en el colectivo metalero en torno a la polémica generada tras el anuncio de la visita de Iron Maiden en 1992, cuando el en ese entonces obispo auxiliar de Valparaíso, monseñor Javier Prado Aránguiz, pidió al Gobierno prohibir el ingreso al país del conjunto británico. Sus acusaciones contra el quinteto por ser una “mala influencia” para la “juventud”, un “grupo de rock satánico” con “mensajes subliminales” que promovía el “alcoholismo”, la “drogadicción” y “prácticas satánicas (El Mercurio, 3 de julio 1992)”, dio comienzo a la controversia más grande en la historia rockera chilena, que provocó un debate a nivel nacional y una escalada que culminó con la cancelación del espectáculo en la Estación Mapocho.
¿Por qué se vinculó a Iron Maiden con tales conductas ese año? ¿Cuál fue la coyuntura que originó la discusión? Antes que se supiera del concierto, los medios de prensa y televisión ya estaban informando acerca de hechos delictivos en Punta Arenas, Puerto Montt, Temuco, La Serena, Coquimbo, Ovalle, Antofagasta, Calama, Arica y Valparaíso, que diversas fuentes atribuían a la acción de “sectas satánicas”. Previo al 26 de junio, fecha en que se dio a conocer por primera vez que Iron Maiden tocaría en Chile el 28 de julio, ya se podía palpar el ambiente “demoníaco” los en diarios de la época:
“Un menor de 16 años y en que sus declaraciones extrajudiciales afirmó “estar poseído por el demonio”, fue detenido por Carabineros, como presunto autor del ataque y robo perpetuado en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, de la Población Libertad (X Región). En esa ocasión fue robado un copón con hostias consagradas. El hecho causó conmoción tras ser denunciado por el arzobispo de Puerto Montt, monseñor Bernardo Cazzaro Bertolio. Como se recordará, el prelado calificó ese ataque como “satanismo” (...) En su confesión a la policía el detenido manifestó que encendía velas porque se sentía presa del demonio (...) Hasta el momento no se ha comprobado ninguna vinculación del detenido con alguna secta satánica (Detienen a un <
“La parroquia Nuestro Sagrado Corazón de Jesús, del sector Miraflores Alto de esta ciudad (Viña del Mar), fue objeto de un ataque satánico a pedradas por parte de integrantes de un grupo que exhibe brazos y rostros pintarrajeados con signos raros durante las misas dominicales (...) Sor Ruth, quien ejerce, además, como inspectora general del recinto educacional contiguo, dijo que los autores podrían ser un grupo satánico que fue detectado hace un año en el sector (...) Las sectas satánicas que existen en nuestro país y se basan en la promoción de perversión y antivalor cristiano, han empezado a ser investigadas en la Quinta Región, según se desprende de lo manifestado por el subprefecto Héctor Bastías Ferrer, comisario de la policía de Investigaciones de Viña del Mar (Atentado satánico contra una iglesia de Miraflores, en Viña. Las Últimas Noticias, 22 de junio)”.
“La presunta existencia de tres grupos satánicos en esta ciudad (Temuco), según denuncias, será investigada por instrucciones emanadas por el Ministerio del Interior. Así lo señaló el sociólogo y asesor de asuntos religiosos del Gobierno, abogado Humberto Lagos. Agregó que la orden de investigar se extendería a otras ciudades como Santiago, Valparaíso, Antofagasta, Puerto Montt y Punta Arenas, donde también hay antecedentes de estos grupos (Investigan Existencia de Sectas Satánicas. El Mercurio, 21 de junio)”.
Días antes que se supiera del concierto de Maiden, un diario publicó un suplemento de cuatro páginas titulado “El Papel de Satán”, que trataba acerca de los fanzines “dedicados a propagar el rock Death Metal” y su relación con la actividad de sectas en varias localidades de Chile. “Una onda satánica recorre el país”, se leía en la edición especial. “No sólo se han profanado tabernáculos en Puerto Montt, como fue denunciado recientemente. En Arica, en el valle de Azapa se ha descubierto la realización de extraños ritos. En Antofagasta se ha asegurado que existe un centro de artes gráficas satánicas y que sólo allí habría unas cien células dedicadas a rendirle culto. Se ha dicho que en las ruinas de Huanchaca (Antofagasta) se han efectuado sacrificios de animales y hasta de una guagua (...) En Quilpue hay un grupo que se reúne en los cerros, cerca del cementerio, sus miembros se marcan con un fierro caliente para identificarse entre ellos, dejándoles de por vida una cicatriz en el brazo. En Valparaíso se ha profanado varias veces una capilla y un sacerdote está amenazado de muerte”.
El suplemento además tocó el tema de los seguidores del rock pesado, aunque nunca mencionó a Iron Maiden ni a ninguna otra banda. “¿Si los “thrash” aseguran no ser satánicos, como se puede explicar que desde su aparición como movimiento juvenil, en 1985, progresivamente han aumentado las profanaciones de iglesias, las denuncias de jóvenes aparentemente posesos o sacrificios de animales en algunos conciertos de rock?”.
EL AVANCE: “A VECES LO QUE LLAMAN ARTE PISOTEA LA MORAL”
En esa contingencia que afectaba al obispado de Valparaíso, entre otros, y una vez que se dio a conocer el 26 de junio la visita de “legendaria” y “famosa banda de rock metálico” Iron Maiden, monseñor Javier Prado Aránguiz comentó en televisión sobre la “inconveniencia” de que el grupo actuara en Chile, aludiendo a “la influencia negativa que podría tener en la juventud la presencia de esta banda”. Esto originó la primera vinculación entre los británicos y los hechos a los cuales se les atribuían características satánicas. El mismo obispo auxiliar diría que “esto es grave, últimamente hemos conocido varios casos que incluso han llevado a la muerte (...) Quise aprovechar la venida de este grupo para llamar la atención sobre un problema creciente en diferentes zonas del país (Wiken de El Mercurio, 10 de julio)”.
El accionar de Prado Aránguiz no sólo se quedó en tales declaraciones, ya que el 2 de julio envió una carta al Secretario General de Gobierno, Enrique Correa, pidiendo que se prohibiera el ingreso al país del conjunto que calificó de “satánico” y cuyos “mensajes” propagaban un “microbio sicológico (Por SATÁNICOS, Iglesia Católica no quiere en Chile a “Iron Maiden”. La Tercera, 3 de julio)”. Autoridades eclesiásticas de las ciudades afectadas por esta “oleada demoníaca” apoyaron la medida, como el arzobispo de Concepción, Antonio Moreno, quien tras haber pedido acciones para detener a las sectas antirreligiosas en los últimos días de junio, señaló que debían tomarse “todas las medidas contra los grupos de música rock satánicos” y que era contraproducente polemizar porque contribuía a publicitarlos. El obispo de Puerto Montt por su parte, Bernardo Cazzaro, declaró el 7 de julio a El Mercurio que “a veces lo que llaman arte pisotea la moral”, en alusión a Iron Maiden.
El Ministro del Interior subrogante, Belisario Belasco, señaló sin embargo que no había recibido ninguna solicitud con respecto a impedir la llegada de los ingleses y que “la Constitución permite afortunadamente el acceso al país de toda persona, conjunto cultural o artístico que quiera ingresar, sin más límites que sus actuaciones se enmarquen dentro de un esquema que respete la moral, las buenas costumbres, el orden público y que no atenten contra la seguridad del Estado”. La única autoridad oficial que apoyó de forma pública la petición del monseñor fue precisamente el intendente la V Región, Juan Andueza Silva, de la misma que Prado Aránguiz era obispo auxiliar y donde se estaba registrando la actividad de sectas, según aseguraban. Desde la ciudad porteña trascendió incluso, a través de La Tercera, que UCV TV había sido “castigada” por transmitir un video clip de Iron Maiden en uno de sus programas.
Entre otras reacciones se encontró la del senador PS Ricardo Núñez, que calificó de “totalitarismo ideológico” la acusación contra el grupo, sentenciando que “hemos retrocedido hasta el medioevo con las opiniones”, como informó El Mercurio. Además, el actual Presidente del Metro, Clemente Pérez, en esos años antiguo dirigente de la FEUC, escribió en La Tercera una columna titulada “Satán, que Lindo Eres”. En ella pidió que se “prohíba los recitales” de este tipo y criticó a fanáticos de Iron Maiden y “satánicos” por igual, tratándolos de “poco creativos” e “hipócritas”. “El problema (...) no es que sean malos, sino que se engañan a sí mismos y dicen adorar a Satanás, o querer lo perverso cuando en realidad lo que hacen es protestar (...) Cuando aprecian que Dios es el centro de nuestros valores, se oponen y optan por lo antagónico: el diablo”, argumentó.
“Desafío a quienes traen a Iron Maiden a un debate público conmigo”, dijo el en ese entonces asesor en asuntos religiosos del Gobierno, el sociólogo Humberto Lagos, agregando que “las sectas satánicas son una realidad” y que “Iron Maiden es una manifestación de esa realidad”.
LA CANCELACIÓN: “MÚLTIPLES Y COMPLEJAS COINCIDENCIAS”
La productora Providencia TV corrió el concierto del 28 al 23 de julio, provocando un choque con las presentaciones que Mano Negra realizaría en la Estación Mapocho el 24 y 25 del mismo mes. Esto, porque para el 23 los franceses supuestamente habían pedido el recinto para realizar la prueba de sonido.
El 14 sin embargo, Boulevard Producciones suspendió los shows de Mano Negra por la enfermedad de uno de sus integrantes, una noticia que no despejó el camino para la concreción del recital de Iron Maiden, para el infortunio de los seguidores chilenos. Por el contrario. Tres días después, Luis Venegas de Providencia TV citó a una conferencia para anunciar que sólo como turistas llegarían al país los miembros de Iron Maiden y su crew, porque definitivamente no habría show alguno debido a la negativa del administrador de Estación Mapocho, Álvaro Navarro, de facilitar el lugar para el evento.
Venegas dijo que trató de arrendar “todos los lugares que habitualmente se usan para este tipo de conciertos”, pero que no tuvo acceso a ellos por “múltiples y complejas coincidencias” que afectaron “directa y seriamente” a su empresa, ya que la polémica había provocado -entre otras cosas- el término de negociaciones con auspiciadores y canales que transmitirían el espectáculo.
Quienes hallaron “insólito” y poco creíble que no hubiera un local disponible en Santiago fueron los mismos integrantes de Iron Maiden, que desistieron finalmente de visitar Chile en calidad de turistas, tras la advertencia de una carta del Gobierno diciendo que su seguridad no estaba garantizada si pisaban territorio nacional, como reveló la banda. Desde Argentina, la agrupación al tanto de los pormenores de la controversia, exigió explicaciones. “Es lamentable que alguna gente no nos dejara tocar. No conocemos una razón clara de por qué no pudimos tocar en Chile. Si alguna persona pudiera pararse y ser honesto con nosotros y darnos una razón coherente, estaríamos listas para escucharlas”, indicó Steve Harris en la concurrida conferencia de Buenos Aires donde acudieron corresponsales de prensa chilenos. “Estaríamos muy dispuestos a tomarnos un día libre, ir a la televisión (...) y sentarnos de frente a esta gente para que nos expliquen de qué se trata todo esto”.
Así publicó Las Últimas Noticias sobre aquella cita: “De pronto, avanzada la conferencia de prensa (que demoró más de una hora), un periodista puso una enorme grabadora sobre la mesa. Bruce Dickinson la tomó, la volteó y examinó. Luego exclamó: “Esta debe ser del servicio secreto chileno”. La broma arrancó carcajadas del público”. En Chile mientras tanto, el país objeto de las burlas, algunos medios informaron acerca de marchas de protesta en el centro de Santiago por la cancelación del evento, con los seguidores acusando a los sacerdotes católicos de haber inducido al Gobierno de negarle un recinto al conjunto. “Sorry”, fue lo único Dave Murray le dijo a los fans por medio de los reporteros chilenos en su paso por Argentina...
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